«Los sacerdotes debemos transmitir a los jóvenes, con nuestra vida, una certeza y seguridad»

Descubre la historia del padre Danilo Juvenal Aranda, un sacerdote argentino de la diócesis de san Roque. Él es uno de los apenas treinta sacerdotes que hay para acompañar a los más de medio millón de católicos que viven en la región.
«Me encontré en una selva oscura, porque la vía recta estaba perdida»

El padre Salvatore di Fazio es uno de los pocos dominicos que estudian en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz. Nació en una familia atea que se convirtió cuando él tenía 15 años. Cuando creció se distanció de su familia; se marchó de casa para vivir de forma hedonista y enfocado en el éxito; y, después de descender a la «selva oscura», la Virgen de Pompeya lo llevó por el camino de santo Domingo de Guzmán y santa Catalina de Siena.
El trasplante de hígado del padre Renel: en Haití hubiera fallecido

Haití es un país muy hermoso, de gente valiente, pero que sufre mucho. Huracanes, terremotos, corrupción política… Pero en medio del caos, surgen historias de esperanza como la de padre Renel Prosper, a quien los benefactores de la Fundación CARF y la CUN han salvado la vida.
«Vivir el Evangelio es vivir siempre esperando lo mejor»

Antes de ser sacerdote, don Francisco Sojos era periodista. Pero algo en su interior no terminaba de cuadrar. Salir en un programa de TV en Chile le cambió la vida. Después de estudiar en Roma, se ordenó sacerdote y ahora es formador del seminario de Guayaquil y rector de la catedral.
Don Luis Felipe Navarro viaja por América Latina para reencontrarse con antiguos alumnos

Entre el 22 de octubre y el 1 de noviembre, don Luis Felipe Navarro, rector de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz (PUSC), viajó a Ecuador y a Colombia para reencontrarse con antiguos alumnos, y comprobar in situ el impacto de la formación académica, humana y espiritual que los sacerdotes aportan con su ministerio a la vida de las comunidades en las que sirven.
«En Venezuela el sacerdote debe donar el corazón, ser imagen de Cristo»

Luis Fernando vivía alejado de la Iglesia, hasta que, gracias a su abuela, interpretó a san Pedro en un Vía Crucis viviente. Desde aquel momento se hizo discípulo de Cristo y hoy estudia en Pamplona para ser sacerdote y vive en Bidasoa.